Wednesday, April 1, 2020

Reflexiones, redefiniciones y puntualizaciones en torno a la teoría literaria y su aplicación didáctica.


O que es Teoría Literaria? Según Calderón, es una de las cuatro ramas en las que se divide la ciencia de la literatura: Teoría de la literatura, Crítica Literaria, Historia de la literatura y Literatura Comparada.
Históricamente, dicha disciplina ha sido conocida con otras denominaciones, como poética, crítica literaria, ciencia de la literatura, etc.

Sin embargo, éste último marbete se reserva en la actualidad para designar el conjunto de ramas aludidas al principio. Parafraseando a Calderón, entre ellas existen claras diferencias en cuanto a su objeto formal que es la reflexión teórica sobre el sistema de aspectos constantes y específicos de dichos textos; objeto material de todas ellas lo constituyen los textos literarios. 

Su función es básica con respecto al conjunto de los estudios literarios fundamentos teóricos de la ciencia de la literatura y, con concreto, construir un metalenguaje a partir del cual sea posible estudiar con rigor cualquiera de las cuestiones que se formulen en las mencionadas ramas de dicha ciencia.

Calderón, esclarece también que la creación de este metalenguaje ha sido obra de sucesivas generaciones a partir de la cultura griega y en especial, desde la poética de Aristóteles, cuya importancia es fundamental en la génesis de esta ciencia, ya que en dicha obra se abordan varias de las cuestiones que siguen ocupando la atención de los estudiosos: el concepto de poesía y o de lengua poética, la diversidad del lenguaje artístico en verso y en prosa, la noción, la naturaleza, objeto y modos de mimesis, el concepto, origen y criterios de diferenciación de géneros literarios, definición y análisis de la estructura; y funciones de la tragedia, de la epopeya, comedia, etc. Sobre la pervivencia de esta teoría literaria en Roma, las interferencias entre poética y retórica en la cultura grecolatina, su posterior fusión en la denominada ‘poetria’ medieval, el redescubrimiento de la obra de Aristóteles en el renacimiento y sus múltiples comentarios, la adhesión de los neoclásicos a esa tradición aristotélica y horaciana.

Entre varias tendencias de la Teoría Literaria, mencionaremos abajo algunos ejemplos, y enfatizamos que sobre la renovación de la teoría literaria en el transcurso del siglo xx, se remite nuevamente al lector a los artículos sobre poética, ciencia de la literatura y neorretórica.

Entre muchos ejemplos de la Teoría Literaria, esta el Historicismo. Según Izquierdo, el historicismo, es una tendencia filosófica inspirada en las ideas de Benedetto Croce y Leopold Von Rake, los cuales consideran a toda la realidad como producto de un devenir histórico , o sea tiene la perspectiva de quienes conciben el estudio de la literatura como una sucesión de obras y autores. (Pág. 72).

Entre otras características del Historicismo, en esa tendencia es la perspectiva del historiador que antepone el decurso de los acontecimientos a la experiencia estética de los lectores. Es una teoría que consiste en exponer secuencias cronológicamente ordenadas de influencias temáticas y formales. Resulta escasamente significativo, ya que el estudiante carece de experiencias literarias a las que asociar los nuevos datos que se le ofrecen.

El historicismo tiene como orientación exponer secuencias cronológicas ordenadas de influencias temáticas y formales. Utiliza fragmentos para ilustrar las influencias. Adopta un criterio intelectualista al abordar el fenómeno literaria y está sustentado en una concepción positivista de la historia.

En termos de enfoque esa teoría parte de los orígenes y avanza hacia lo mas reciente escamoteando o falseando el auténtico devenir histórico y consecuentemente no hay producciones textuales de carácter estético y el historicismo converge con el paradigma formalista, la próxima teoría que será mencionada, desde el momento en que ambos comparten una concepción de fechas de la obra de arte.

Didácticamente hablando el estudio de los textos se realiza en función de directrices preestablecidas de carácter genérico, estilístico o cronológico- y ajeno a los aspectos de los mismos que más pudieran atraer a los lectores, como son los temáticos y de contenido. 

Según Izquierdo, en su utilización pedagógica los alumno se pierden en un bosque de datos escasamente significativos y la falta de contacto real con los textos que en su integridad lleva con frecuencia a un impresionismo pobre y simplificador, porque obtienen juicios críticos bastantes generales y desencarnados. Es un enfoque en el que hay una ausencia de reducciones textuales de carácter estético, la perspectiva es intelectualista y externa a lo literario como tal. El aprendizaje está condenado a ser repetitivo, de carácter expositivo y no constructivo.

Según Izquierdo, el conocimiento no es aprendido por los alumnos porque no pueden expresar sus vivencias por objetivar sus fantasías, no hay producción de textos propios y dan lugar a influencias formales y descontextualizadas( pág. ..)

Permanece, por tanto, en el exterior de la obra estética como tal, ya que concibe el lenguaje como “producto”, no como una actividad emergente y en ello coincide con los distintos formalismos. Izquierdo menciona un ejemplo de obra del tipo de historia historicista publicada por Ranke en el año 1824 llamada: Historia de los Pueblos Romanos y Germánicos (1494-1514).
Otra teoría que se puede mencionar es el formalismo, el cual inicia en Inglaterra con la publicación de I.A. Richards Practical Criticism (1929) y críticos Americanos como John Crowe Ranson, Robert Penn Warren y Cleanthbrooks quienes adaptaran el formalismo a un nuevo criticismo.

Mencionaremos el formalismo ruso, el cual también fue un movimiento de critica literaria vinculada a las vanguardias.
Según Cristal Harlan, el formalismo ruso es un movimiento de crítica literaria vinculado a las vanguardias. Los formalistas rusos, que surgen entre 1915-1930, buscaron crear una "ciencia" de la literatura y aplicaron la lingüística al estudio literario con este fin. Según los formalistas, quienes eran de tendencia marxista, una obra literaria es un único objetivo en sí y no debe ser subordinada a otras disciplinas, como la psicología, la sociología o la historia. Sus exponentes principales fueron:
Viktor Shklovsky, Yuri Tynianov, Vladimir Propp, Boris Eichenbaum, Roman Jakobson, Grigory Vinokur.

La literatura según los formalistas rusos aunque los formalistas eran marxistas, no daban importancia al contenido o al mensaje de la obra porque no lo consideraban la labor del crítico literario. En cambio, los formalistas rusos hicieron hincapié en la forma. De hecho, llegaron a la conclusión que la lengua poética y la lengua cotidiana eran dos lenguas diferentes, una idea que aborda Shklovsky en el ensayo "Arte como artificio".
Harlan menciona a Shklovsky, como siendo un formalismo , el cual defiende que el arte distancia objetos de la automatización, o sea, que el lenguaje cotidiano es automatizado y la literatura debe ser una desviación del lenguaje ordinario. Shklovsky consideraba el lenguaje oscuro y una difícil arte.

Outro fundamentalista mencionado por Harlan es Roman Jakobson, el cual define la literatura como "una violencia organizada contra el habla cotidiana". El lenguaje es hecho extraño de diferentes maneras y el mundo cotidiano es hecho no familiar. Según los formalistas rusos, la literatura es una organización particular del lenguaje con sus propias leyes, estructura y mecanismos. Por lo tanto, la obra literaria es la manifestación de un sistema teórico.
Harlan cita algunas desventajas o dificultades con ese enfoque teórico ruso, como por ejemplo:

La diferencia entre "dos" lenguas no es sostenible.
Definen a la literatura como la desviación del lenguaje cotidiano, pero éste también varía mucho (hay diferentes clases, discursos y estatus). ¿Y es toda desviación de la norma literatura?

Muchos textos se pueden interpretar como "extrañamiento" del lenguaje cotidiano (periódicos, anuncios, etc.), pero eso no quiere decir que sean literarios.

¿Cómo se puede crear una "ciencia" de la crítica literaria cuando no podemos ser totalmente objetivos, dado que no hay dos lecturas iguales?
Los juicios de valor cambian y algo que hoy se considera literario, puede no serlo mañana. (literatura.about.com/od/teorialiteraria/a/Formalismo-Ruso.htm)

El formalismo en la literatura se caracteriza por el rechazo de toda paráfrasis, es decir, de la tendencia a tomar el texto como pretexto, proyectando sobre él toda clase de interpretaciones subjetivas. El formalismo analiza, interpreta y evalúa aspectos del texto. Éstos aspectos incluyen no solamente la gramática y la sintaxis, también aspectos como tropos y medidas (meter).

En el formalismo los aspectos biográficos o psicológicos son irrelevantes para el funcionamiento del texto como tal. En esta propuesta existe la creencia en que los valores estéticos pueden sostenerse por su cuenta y que el juicio del arte puede ser aislado de otras consideraciones tales como las éticas y sociales. Se le da preponderancia a las calidades puramente formales o abstractas de la obra, es decir, elementos visuales que le dan figura como la forma, la composición, los colores o la estructura.

Desde el punto de vista de Izquierdo, la especificidad de la literatura no se sitúa en el plano formal ni en el plano del estilo, sino allí donde las estructuras formales se trascienden como tales para engendrar el sentido: la vivencia estética. Para él se requiere incluir en el modelo a los receptores que interpretan los textos como literarios o no, como valiosos artísticamente o como irrelevantes.

Numerosos autores que no se reconocen como formalistas mantienen una tajante separación entre el discurso literario y el discurso puramente “lingüístico” (Izquierdo, pág. 68).
Resumidamente, a aproximación formalista sugere que o lector vea o que es un poema, una novela, o una pieza de teatro. Los formalistas priorizan que el lector descubra por ejemplo, el significado de las palabras en una poema, novela, en su significado y valor denotativo o connotativo.

Una otra actividad didáctica en cual el formalismo puede ser ejemplificada es observar los principios en que el contenido y forma son inseparable, como por ejemplo, la imagen, tone, meter, rhyme, etc.

Las nuevas tendencias que estudian la teoría literaria son: la estética de la recepción, la semiología, la poética de lo imaginario y la pragmática.
Hans Robert Jauss es el principal teórico de la llamada estética de la recepción. Según Llovet, Jauss recoge el concepto de diálogo propuesto por Gadamer, lo cual defiende el fenómeno de la historicidad entendido este como un problema, un desafío e incluso como probación y Jauss reivindica el estudio de la historia de la literatura en un momento en que estaba en descrédito, como causa de la tendencia positivista que pretendía fijar hechos y describir relaciones causadas por haberse convertido en un modo de comprender el texto literario como manifestación espiritual entre otras posibles que permite formarse una imagen de la unidad y especificado de una época histórica. La propuesta de esa teoría es defender que el aspecto estético y la dimensión histórica de la obra literaria son en realidad inseparables.

Según Llovet, el hilo conductor que confiere unidad a una historia de la literatura es precisamente el diálogo que continuamente se va estableciendo en los distintos contextos en los que las obras son leídas. Jauss defiende que la historia de la literatura debe concentrarse en la interacción entre obra y lector. Para Jauss la obra literaria solo llega a existir plenamente en la medida que se actualice constantemente, es decir, que deje de ser un mero dato para convertirse en un acontecimiento (Llovet, pág. 232).

En la estética de la recepción el centro de interés no es el texto, es más cómo influye en los receptores. Hay que ubicar el fenómeno literario en su contexto histórico, tanto del texto como del lector. La lectura e interpretación de la obra literaria implica procesos valorativos que son diferentes, que cambian con los lectores de las distintas épocas. Los juicios de valor son parte de la vivencia estética, y no deben quedar fuera. No existen los “clásicos” más bien existen las obras que son interpretadas y consideradas valiosas desde la sensibilidad del lector.
Opinion

La teoría de la literatura ha sido transformada en el decorrer de los siglos en simples palabras a una ciencia, lo que podemos ver es una evolución relativamente importante. Cada uno de sus conceptos ha sido aplicado en determinadas y distintas épocas históricas y es enfocada de modo que los lectores han ganado espacio, no solamente porque se refiere a la interpretación del texto, también hacia la enseñanza y la amplificación del conocimiento. Didácticamente la teoría de la literatura ha sido gradualmente transformada, los lectores y autores de la obra han permitido el enfoque no solamente en la obra como mera obra lingüística, si no como medio de conocimientos científicos, artísticos y de fenómenos anteriormente no valorados en la literatura misma, tales como la ciencia, psicología, valores espirituales, ciencias naturales, ciencias médicas, diversidad, ecología, etc.

La teoría literaria debe ser considerada como un proceso en espiral cuyo punto principal es la distancia entre el lector y la obra. En ese aspecto entiendo que la teoría de la recepción es valiosa porque valora la postura del lector. Sin embargo, no podemos negar la importancia del historicismo una vez que posibilita un panorama de obras conocidas, fechas y historias, pero no es el concepto ideal para la lectura de la obra. Si una obra brinda al lector placer, conocimiento, satisfacción personal, comunitaria, aprendizaje cultural, comprensión del mundo; y/o solamente una huida hacia la fantasía, imaginación y creatividad, ésta será digna de recomendación, de lectura, y enseñanza siempre. Promover la literatura debería ser esencial en todas las materias en las escuelas, no solamente a clases de español y también fuera de ellas. Muchos conceptos podrían ser solidificados por medio de la literatura.
Elemento de la Canasta Básica a ser aplicado a los alumnos.

Leer en voz alta para los alumnos

Entre los elementos que deben tener en su canasta como maestro de literatura es poseer estrategias diferenciadas de lectura y de las teorías literarias para enseñar al alumno, las diferencias por ejemplo de una teoría y otra.
Por ejemplo, de lectura en voz alta de obras clásicas o no a los alumnos según su edad. Sigue siendo una actividad que puede ser desarrollada en clase con los alumnos para promover la lectura en voz alta,( teoría de la recepción) la enseñanza de los nombres de la obras clásicas y sus fechas, como Hans 

Andersen, en determinado siglo( historicismo), y la estrategia posteriormente mencionada contribuye para que el estudiante tenga concentración en aquello que está leyendo y también si puede trabajar o significado y valor das palabras en el cuento con los alumnos ( formalismo).

O sea, no si puede renegar las teorías, pero aprovechar las ventajas que esa tiene para la enseñanza adecuada de forma que resulte en una analise critica por el alumno y maestro.
Ejemplos :

Título de la obra : Los doce de la diligencia – Hans Christian Andersen.
Objetivo Principal ( Teórico y Didáctico)
Posibilitar una lectura de un cuento clásico a los alumnos y solicitar por medio de juegos identificar conceptos de las teorías mencionadas arriba.
1-Poner atención en lo que se está leyendo, comprender a través de la lectura en voz alta;
2- Relacionar las obras de Hans Christian Andersen de publicación( historicismo)
3-buscar el significado de algunas palabras difíciles ( formalismo) o buscar en el cuento las características de los personajes (epopeya)
4- comentar la obra posterior a la lectura, opinión como lector ( teoría de la recepción)
Estrategias a ser usada en clase
Leer en voz alta y si algún niño (a) se equivoca en las palabras decirle ¡Que te pillo!
Aquí se trata de identificar cuando el alumno tiene una falta al leer en voz alta un fragmento del cuento.

La estrategia es animada y obliga al participante estar muy atento durante la lectura.
Tiempo: 30 a 45 minutos.
Material
Cuento: Los doce de la diligencia de Hans Christian Anderson. El cuento debe ser leído en un local o aula que no sea excesivamente grande y que recoja bien la voz. Es conveniente que cada participante disponga de un ejemplar del libro que se va a emplear para la lectura con animación y pizarrón para anotar las equivocaciones y posteriormente trabajar los significados de las palabras.
Realización

Los niños que participarán en la lectura no deberán de haber leído el libro anteriormente.
· Los niños participantes se colocarán en círculo cerrado y deberán tener su cuento en la mano.
· El maestro y el alumno que actuarán como árbitro, se situarán fuera del círculo en lugares opuestos.
· El maestro explicará que se han reunido para leer por turnos el mismo libro en voz alta y que luego lo comentarán. Deberán leer sin cometer falta de lectura.
· A una señal del maestro el niño elegido para iniciar la lectura deberá empezar a leer en voz alta y cuando cometa la primera falta, de inmediato los árbitros deberán decirle ¡Que te pillo!, por lo tanto el niño lector deberá salir del círculo, el siguiente alumno continuará leyendo a partir de la equivocación.
· Las faltas serán las habituales como decir mal una palabra, no hacer pausa cuando se lea un punto, pronunciar mal un nombre, no poner tono interrogativo cuando haya una interrogación, hacer pausa donde no hay punto ni coma, leer en singular un plural, etc…

El maestro puede anotar las faltas en el pizarrón con las más corrientes: coma, punto y coma, signos de interrogación, puntos suspensivos, nombres equivocados, signos de admiración, etc.
Al término de la lectura el maestro comenta lo leído y los que se equivocaron deberán seguir poniendo atención para que participen en el coloquio posteriormente.
Evaluación

El maestro hará una evaluación de la actividad de la lectura y la importancia de leer en voz alta y sus fallas para alcanzar la estrategia.

Se busca observar si la actividad despertó entusiasmo en los niños, si hubo dinamismo entre el grupo y si la lectura fue bien elegida o no; los grados de dificultad y finalmente la revisión gramatical de las palabras y discusión de la obra leída según los alumnos.

Referencias bibliográfica

  • Daniel, Noel ; Disl, Andy - Los cuentos de Hans Christian Andersen -1924- Taschen – China
  • Meix Izquierdo,Francisco - 1994, “Teorías Literarias y Enseñanza de la Literatura”, Enseñar Lengua, núm. 1, julio, Barcelona, Graó (Textos de didáctica de la lengua y la literatura), pp. 53-72
  • Llovet, Jordi, 2012 - Teoría Literaria y literatura comparada. Ed. Ariel, letras – 1a. edición Enero 2012 – España.
  • Referencia website
  • Harlan, Cristal - literatura.about.com/od/teorialiteraria/a/Formalismo-Ruso.htm 14.04.2016
  • Gomes, Luz A. Acosta - 1989 - El lector y la obra - Teoría de la recepción literaria- Editorial Gredos- Madrid
  • https://www.scribd.com/doc/22187676/The-Formalist-Approach-to-Literature